Autoridades municipales recorrieron las instalaciones para constatar el avance de las obras.
El Mercado Municipal ya se vislumbra como lo que fue en su época dorada: un lugar de encuentro entre artesanos y emprendedores cuyo objetivo fue fomentar el crecimiento económico local. La revalorización del edificio representa además la puesta en valor de la actividad turística y comercial.
“Estamos en el último tramo de la etapa gruesa del edificio: se completó más del 50% de enduído en paredes y cielorraso de la nave central, se hicieron las conexiones necesarias para los puestos en las islas centrales, las banquinas para los futuros puestos, las pruebas de gas, se llenó la última escalera de hormigón y esta semana se completa la última loza sobre calle San Martín. También se avanzó en el restaurante en planta alta y en el bar, en los núcleos húmedos. En el ala este se inició la colocación de pisos de planta baja y en los tabiques de los ascensores”, explicó la arquitecta Guadalupe Rearte.
Los frentes de obra se distribuyen en el inmueble y en los alrededores. En calle San Martín se avanzó en la colocación de pisos en ambas veredas, el armado de cámaras con tapas y la terminación de caños pluviales sobre calle Uttinger.
En el Mercado Municipal la obra contempla la construcción de 3.500 metros cuadrados cubiertos donde funcionarán 75 locales comerciales para la venta de vegetales, hortalizas, carnes y comida al paso. También se ubicará un paseo comercial al aire libre con productos regionales y un punto gastronómico.
La obra contará con el primer ‘Museo del Limón’ de la provincia que reflejará el trabajo en torno al cultivo, cosecha e industrialización del limón. Inspirado en el estilo de la ciudad italiana de Sorrento se prevé convertir el espacio en un pintoresco polo comercial.
Participaron del recorrido el secretario de Desarrollo Local y Promoción del Trabajo Emilio Ramos, la directora de Economía Social Carolina Demesa y la concejala Mariela Acosta.