Recordemos a Juan Carlos Suter, que da nombre a una de las calles de Lomas de Tafí

Recordemos a Juan Carlos Suter, que da nombre a una de las calles de Lomas de Tafí

Mientras almorzaba en el Mercado del Norte, Juan Carlos Suter fue secuestrado. Su crimen: pertenecer a la juventud peronista y ser hijo de un dirigente sindical de la FOTIA perseguido durante el gobierno de Ongania. A partir de ese momento, según cuenta la crónica periodística, su padre se levantaba a las 5 de la mañana y volvía a las 12 de la noche buscándolo por todo Tucuman. Sin suerte alguna.

Juan Carlos, medalla de oro en la Escuela Mitre de Tafi Viejo y en el Colegio Nacional de San Juan, ya había terminado de cursar Ingeniería en la UNT, era profesor de alemán y enseñaba en la secundaria, estaba casado y tenia un bebe de 9 meses. Militante ademas de la acción católica visitaba constantemente la Iglesia de la Villa Obrera (una de las zonas mas pobres de Tafi Viejo)

Finalmente a instancias de su tio, Alberto René Sutter, uno de los gerentes de canal 10 de Tucuman y una persona muy querida por todos en esa época, se consiguió «blanquear» a su detención y fue pasado al penal de Villa Urquiza. Allí después de dos largos meses su padre logro verlo, lo que encontró fue desgarrador según el testimonio de su hermano: » lo trajeron a la Jefatura de Policía, Juan Carlos había estado dos meses en la Escuelita de Famaillá, con los ojos vendados. Estaba muy flaco y pelado. Mi hermano era alto, de un metro noventa, más bien gordito y cuando lo detuvieron habrá pesado fácilmente unos cien kilos. En dos meses debe haber bajado unos 40 kilos. Nos contó cómo lo torturaban: lo ataban en un elástico de cama metálica, lo mojaban y le daban golpes de corriente, otros días lo colgaban de los pies y lo introducían en un tacho con agua, lo encerraban en una celda de un metro y le ponían parlantes a todo volumen, con consignas militares, para enloquecerlo. Algunos otros detenidos no pudieron soportar las torturas y murieron»