La legalización, incluso parcial, de las llamadas «drogas blandas», además de ser discutible en términos legislativos, no produce los efectos esperados. Las drogas sustitutivas, por otra parte, no constituyen una terapia suficiente , sino una forma velada de entrega al fenómeno.
Quiero reiterar lo que dije en otra ocasión: No a cualquier tipo de droga. Simplemente. No a cualquier tipo de droga. Pero para decir este no, hay que decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, sí al deporte, sí al trabajo, sí a más oportunidades de trabajo».
»Pensemos en un joven que no tiene trabajo. Creo que la cifra ronde los 75 millones, aquí en Europa. Creo, no estoy seguro; no quiero decir algo que no es verdad. Pero pensemoe en un joven ni-ni. Ni estudia ni trabaja. Entra en esta falta de horizonte, de esperanza y la primera oferta son las dependencias, entre las cuales, la droga. Esta: las oportunidades de trabajo, la educación, el deporte, la vida sana; este es el camino que lleva a la prevención de la droga. Si estos síes se hacen verdades no hay espacio para las drogas, para el abuso de alcohol, para otras adicciones».
P. Francisco 20/06/14