El Tribuno: Escuelas para indigentes, pero en barrio de clase media

El Tribuno: Escuelas para indigentes, pero en barrio de clase media

El devenir de la urbanización de Lomas de Tafí incluye entre otras de sus flagrantes contradicciones la confusa disponibilidad, para los nuevos vecinos, de las escuelas necesarias para cubrir la obligatoriedad escolar de 13 años para niños y adolescentes, en los niveles inicial, primario y secundario.

Sobre las nuevas escuelas de Lomas de Tafí, tanto vecinos de los establecimientos como maestros y profesores afirman que “muchos de los chicos que vienen” llegan desde “el otro lado de la Avenida Francisco de Aguirre”. Por contrapartida, muchos adjudicatarios prefieren enviar sus hijos a escuelas de San Miguel de Tucumán, a pesar de tener escuelas nuevas a menos de diez cuadras y hasta frente de sus propias casas. Una interpretación que sobre este fenómeno hicieron funcionarios del Ministerio de Educación resalta que “las familias de clase media que llegaron a Lomas de Tafí no quieren que sus hijos se mezclen” con los de las barriadas que están ubicadas a lo largo de la avenida Francisco de Aguirre. Otro de los factores es que cuando los padres viajan a sus lugares de trabajo en San Miguel de Tucumán, sus hijos los acompañan en sus automóviles particulares y “el transporte no es un problema”. De todas formas, los edificios escolares inaugurados en Lomas de Tafí fueron construidos con financiamiento del programa “700 Escuelas”, que entre sus objetivos primeros se propuso compensar a algunas poblaciones -urbanas o rurales marginales o en situaciones de riesgo- con la construcción de infraestructura adecuada para garantizar su derecho a la educación. Sin embargo cuando se proyectó la construcción de miles de viviendas concentradas en Lomas de Tafí, el financiamiento para la infraestructura escolar, como la de los otros servicios esenciales que todavía no están construidos (como los centros comerciales) no estuvo previsto. Entonces el Gobierno de Tucumán echó mano de los proyectos de “700 Escuelas” y “Más escuelas” que hubieran correspondido a otras zonas del Gran San Miguel de Tucumán o a otras ciudades. Mientras que en todo el departamento Tafí Viejo se proyectaron 15 escuelas, en Alberdi no se construyó ninguna.

Falta telefonía fija e Internet

Los servicios públicos que demandan las cerca de 10.000 personas que ya habitan en forma permanente las viviendas de Lomas de Tafí demandan a la Municipalidad de Tafí Viejo los servicios de alumbrado barrido y limpieza. La relación que desde un inicio fue tejiendo el municipio con los vecinos fue cordial y tuvieron un crecimiento permanente. Al punto que la administración de Javier Pucharras decidió establecer una delegación de la Municipalidad de Tafí Viejo, con sede en un local reciclado de la Unidad Ejecutora Lomas de Tafí del IPVyDU. Por otro lado, los vecinos advirtieron la morosidad de la empresa Telecom para responder sus solicitudes del servicio de telefonía fija e Internet.

Para vecinos falta que el barrio “tome más color”

La adaptación a su nuevo lugar en el mundo los vecinos de Lomas de Tafí la viven con sus expectativas a flor de piel, compartidas a veces con esperanzas de una mejor vida, y con la nostalgia latente de sus viejos barrios.

“Sólo falta una feria franca para que el barrio tome más color. Aunque ya se instaló una feria de ropa usada, que funciona a veces por la zona de calle central y Avenida América. Pero para que nos abastezcamos los vecinos vendría bien”, decía Carla, que llegó de Villa Luján a vivir en Lomas de Tafí el año pasado y extraña “el clima de la feria” de aquel barrio capitalino.

Absolutamente todos los negocios minoristas se establecieron, como sucede en todos los barrios que construyó el Instituto de Vivienda, por iniciativa que conjuga la posibilidad montar un propio negocio minorista como salida laboral independiente, con la necesidad de satisfacer al nuevo mercado conformado por el agrupamiento de cientos de familias. Al principio brotaron pequeños quioscos y almacenes que ofrecen comestibles y bebidas. Las largas distancias -de varios kilómetros hacia los centros comerciales más próximos- motivaron que se instalaran corralones de materiales de construcción, alguna farmacia.

Además, la progresiva habilitación de unidades educativas de niveles inicial, primario y secundario en los edificios escolares construidos demandó que el rubro librería también esté presente en los quioscos de la zona.

Fuente: El tribuno de tucuman

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