El trueque de Sara, la vecina de Lomas de Tafí que conmueve

Sara Soro realizó una publicación que se viralizó rápidamente en las redes sociales: «Ganar dinero es secundario».

Desde que el Gobierno nacional decretó el aislamiento social y obligatorio, Sara se encuentra en su casa, imposibilitada de asistir al taller donde fabrica sus artesanías que vende para ganarse la vida. Desde entonces que las preguntas giran en su cabeza: «¿Cómo hace la gente para ofrecer sus servicios? ¿Cómo se vende los productos desde el encierro?».

Mira los mensajes de panaderías, verdulerías y demás rubros que le llegan al celular ofreciendo servicios de delivery, se da cuenta que ni los lee, son largos y causan rechazo. Entonces, su alma de Licenciada en Diseño Gráfico le brota por los poros y la lamparita se le prende: tal vez entre todos se puedan ayudar.

“Pensé que podía ofrecerme como diseñadora, ayudar a la gente a comunicar mejor. Yo entiendo que nadie tiene plata ahora, por lo que decidí no poner precio. Que cada uno pague lo que pueda. Si un jardinero quiere pagar con un corte de pasto que lo haga. Si tuviera que ponerle un precio, la mayoría se iría corriendo y yo no quiero eso. Por ejemplo, una chica que hace tartas me llamó y le dije que si quiere me pague con una tarta”, relató.

Desde que hizo la publicación en Facebook, ha conseguido mucha repercusión: “Ya estoy trabajando en cuatro diseños. También me llamaron de la Municipalidad, de la secretaría de artesanos, para compartir la información con ellos también. Yo estoy disponible para donde quieran compartirlo”.

“Esto que estoy haciendo surgió pensando en ayudar a la gente que necesita publicitar su negocio y servicio y nunca pudo pagar un diseñador. Es secundario ganar dinero, porque sé que después de esto surgen nuevas cosas y yo como profesional y amante de lo que hago voy a salir adelante”, asegura, inquebrantable, Sara.
Ella mejor que nadie sabe que las tormentas pasan y que, a veces vienen otras, pero que hay ponerle el lomo, hacerle frente y que entre todos podemos ayudarnos a hacerlas más llevaderas, porque también sabe que las buenas van a venir y que, como ella dice: “Algún día le va a tocar”.