El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) ha logrado posicionarse como la principal institución científica gubernamental de América Latina, superando incluso a la renombrada Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) en un ranking mundial. Este hito se produce en medio de un contexto de enfrentamiento entre el gobierno de Javier Milei y la comunidad científica.
Según revela el Scimago Institutions Ranking, una clasificación anual que evalúa el desempeño de las instituciones de investigación a nivel global, el CONICET ha mantenido su posición destacada entre las mejores del mundo y de la región latinoamericana durante seis años consecutivos.
En esta última edición del ranking, el CONICET se ubicó en el puesto 15 a nivel mundial en la categoría de investigación científica pública, mientras que la NASA ocupó el puesto 23. Este logro resalta la calidad y el impacto de la investigación científica realizada en instituciones gubernamentales de la región.
Además, dentro de la región latinoamericana, el CONICET se destacó como la principal institución en la categoría de investigación científica pública, destacándose por su productividad científica, colaboración internacional y el impacto de sus publicaciones.
Por otro lado, cuatro institutos dependientes del CONICET lograron posicionarse entre los diez mejores en la categoría de innovación en América Latina. Entre ellos se encuentran el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema), el Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme), el Centro Científico Tecnológico Mar del Plata y el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (Inifta).
Sin embargo, este reconocimiento llega en medio de denuncias de vaciamiento por parte del gobierno de Javier Milei. Trabajadores y trabajadoras del CONICET han expresado su preocupación por la falta de fondos y recursos, lo que ha llevado a la paralización de actividades en el organismo. Además, se han denunciado despidos y la incertidumbre sobre la continuidad de proyectos de investigación.
En este contexto, las demandas por parte de los trabajadores incluyen la asignación de becas para investigadores en formación, la finalización de proyectos de investigación y la estabilidad laboral para el personal administrativo. Estos reclamos son liderados por organizaciones como ATE Capital y el colectivo de Jóvenes Científicxs Precarizadxs (JCP), quienes buscan garantizar el desarrollo y la continuidad de la investigación científica en Argentina.