Si bien la conciencia ecológica está en pleno crecimiento, la mala costumbre de arrojar residuos en la vía pública debe ser erradicada. Así lo expresan organizaciones como la ONU (Organización de las Naciones Unidas), de donde se sugiere que la problemática debe ser encarada desde varios ángulos para lograr un cambio profundo y permanente.
Un descuido o una intención por parte de los ciudadanos traen aparejado un sinfín de consecuencias que afecta a todos los sectores. Alberto Barrera, secretario de Gestión Ambiental e Infraestructura, enumeró algunas de ellas para conocer qué es lo que desencadena la falta de compromiso en el tratamiento y disposición de los residuos.
- El colapso de los desagües debido a la obstrucción que generan los desechos.
- Inundaciones.
- Mal aspecto percibido por los visitantes, lo que repercute negativamente en el desarrollo del turismo en la ciudad.
- Contaminación del agua, del suelo y del aire.
- Gastos extras de recursos para la limpieza (personal y maquinarias)
- Propagación de enfermedades.
La secretaría de Gestión Ambiental e Infraestructura trabaja conjuntamente con otras áreas municipales e institucionales para llegar al objetivo de brindar una ciudad limpia y amigable con el medio ambiente. Sin embargo, explica el funcionario municipal, algunos vecinos no colaboran y se deben implementar sanciones para aquellos que arrojen basura o escombros en las veredas y calles. ”La idea es que tomemos todos conciencia en un primer momento de que esto nos perjudica, ese equipamiento y esos recursos pueden ir destinados a otros tipos de intervenciones. El objetivo primordial del Ejecutivo Municipal, como de nuestra área, es contar con la colaboración de los vecinos en este cambio de conducta y no recurrir a la sanción”, agregó Barrera a referirse a los recursos económicos que deben destinarse anualmente para atender la problemática.
Mediante revelamiento ejecutado por la Municipalidad de Tafí Viejo se observó cómo cada zona de la ciudad presenta consecuencias diferentes. Por ejemplo, en Lomas de Tafí se observó que los vecinos arrojan arena sobre la calle, la cual es arrastrada por la lluvia hasta las alcantarillas y producen dificultad en el drenado de los líquidos.
“Son muchas las medidas implementadas desde el municipio para modificar la conducta de la población”, agregó Barrera refiriéndose a la recolección diferenciada, capacitaciones educativas y las bateas de gran porte colocadas en calle San Juan donde carros y personas desaprensivas arrojaban desechos y generaban basurales clandestinos. Según Barrera, próximamente algunos de esos espacios serán transformados en nuevos puntos verdes para que los vecinos puedan depositar materiales reciclables, tal como sucede ya en Lomas de Tafí.