Las rotondas se imponen como elemento regulador del tráfico en cruces e intersecciones.
Colaboran en la seguridad del tráfico, eliminan los clásicos cruces y aportan mayor fluidez, sin necesidad de semáforos.
No obstante, para aprovechar todos los beneficios de las rotondas, es necesario saber circular por ellas.
Aunque parece difícil, es sumamente fácil si se respeta los siguientes aspectos:
- Conducir a baja velocidad y respetar las señales.
- Hacer el ingreso a la rotonda en forma pausada y cuando se esté completamente seguro de no tener ningún vehículo cerca.
- Ingresar por la derecha y mantener esta ubicación hasta alcanzar la vía de salida.
Ejemplo:
- El vehículo Nº.1, por estar ubicado a la derecha, podrá ingresar y tomar la primera y segunda salida sin ningún problema.
- El vehículo Nº.2, por estar ubicado en el carril interno de la rotonda, deberá salir por los carriles izquierdos de la segunda y terceras salidas.
- El vehiculo que se encuentra en la rotonda tiene prioridad.
- Todo vehículo debe dar paso a ciclistas y peatones.
Salir de la rotonda es más peligroso que ingresar. No intente abandonar si no está ubicado en el carril exterior. Tampoco ingrese a este carril en forma repentina. No olvide avisar con las señales intermitentes que usted va a maniobrar.