Nuestra vecina Fiorella Piazza tenia 20 años, era deportista y venia peleandole a una enfermedad desde hace varios años.
Era jugadora de la Primera división de Sitravi-Tucumán TK, fue operada el 13 de octubre del año pasado para extirparle medio pulmón. La cirugía comenzó a las 17 y terminó a la una de la madrugada del día siguiente. Fiorella luchó y aunque su salud mostró mejoraría, su vida aún seguía en riesgo. La familia estaba destrozada. Nancy, su mamá, disimula con maquillaje la preocupación en su rostro para que su hija no viera como sufría. “‘Fio’ ¡vamos que vos podés, vos sos fuerte!”, le decía su mamá y Fiorella respondió: “lo único que te pido, mamá, si yo me llegara a ir es que consigas la cancha de hockey para mi club”. Sus deseos se hicieron realidad. Gracias a los contactos que hizo su madre, el club de Fiorella ya tiene su predio en Lomas de Tafí.
Luego de ocho meses y algo más desde aquel fatídico día hasta que Fiorella volvió a correr tras la bocha. “Es una felicidad enorme e inexplicable que haya podido volver a jugar”, comento en una nota a La Gaceta
En los últimos tiempos, tuvo una recaída, lo que la alejó nuevamente de la cancha, esta mañana se supo la triste noticia de su partida.
Acompañamos a su familia y amigos en este difícil momento.